Atención plena
La modalidad de Atención Plena combina terapias orientadas al autoconocimiento con la práctica consciente, ofreciendo herramientas para mejorar aspectos cotidianos como la falta de interés, la inseguridad, dificultades en habilidades sociales o el miedo.
Practicar Atención Plena es aprender a estar presente en el aquí y ahora, a soltar tensiones y emprender un viaje interior hacia el autoconocimiento y la conexión con uno mismo.
Mediante distintas técnicas —desde ejercicios de respiración centrada en el Hara, el centro de gravedad, hasta la observación consciente de pensamientos y emociones— se genera un espacio de reflexión que permite reconocer el origen de malestares y bloqueos. Este aprendizaje favorece una mirada más clara sobre los propios pensamientos, emociones y comportamientos, y cultiva una mayor estabilidad interna.
El objetivo es estar plenamente presente en cada acción, aprender a esperar y observar con calma, mantener el centro frente a situaciones difíciles y reducir la preocupación por la opinión de los demás. Con la práctica continuada, se potencia la autonomía emocional, la calma interior y la conexión con la experiencia vital, promoviendo un bienestar duradero y un mayor equilibrio en la vida diaria.

