Esta modalidad de terapia individual permite ahondar en un mayor autoconocimiento. Se centra en explorar el inconsciente y cómo los pensamientos, sentimientos y experiencias pasadas pueden influir en el comportamiento actual.
A través de las palabras, el terapeuta ayuda al paciente a descubrir patrones de pensamiento y emociones que se repiten y que están afectando a su vida.
Resulta eficaz para disminuir o eliminar síntomas derivados de dificultades en el desarrollo vital. Promueve un mayor entendimiento de uno mismo, lo que puede llevar a una vida más plena y satisfactoria. Ayuda a hacer consciente procesos inconscientes que producen la repetición de mecanismos de defensa, conflictos internos, conductas y pensamientos disfuncionales. Ofrece, además, un espacio de reflexión y mejora, para promover cambios y aumentar capacidades.
Problemas de autoestima, ansiedad, tendencia al sufrimiento y la tristeza irracionales, dificultades en la toma de decisiones, conflictos en relación con la pareja, el trabajo o la familia, etc., pueden ser abordados mediante esta terapia.