Son dos ejemplos cotidianos de cambios de humor, de estado anÃmico.
Date cuenta de que retirar la atención de lo que te hace mal, lo que te daña, y ponerla en otra cosa es suficiente para cambiar tu estado mental.
Observa lo rápido que pueden pasar esas nubes que son los estados mentales.
Se trata de verdaderos destellos de libertad.
Pero no hace falta que tengas una distracción agradable para cambiar tus estados de ánimo. Observar con atención los sentimientos negativos sin juzgarlos ni oponer resistencia es suficiente para que desaparezcan.
Las relaciones entre la psicoterapia y el zen vienen de muy antiguo. Hay quienes consideran que la doctrina dictada por el Buda histórico, Siddharta Gautama, supone ya en sà el corpus de una psicoterapia. Sin entrar en razonamientos que pretendan afirmar o cuestionar dicha afirmación, sà puede resultar fructÃfero establecer consonancias y diferencias entre dos prácticas que, apreciadas en detalle, presentan muchas resonancias en sus propuestas sanadoras.
La psicoterapia y el zen son como un par de hermanos, pero que han decidido coexistir a una cierta distancia.