Cuando empiezas a descuidar la relación de pareja, como a desatenderte, puede conllevar, entre muchos otros aspectos, a que caigas en la deslealtad, en la infidelidad, en la mentira, en el sabotaje, en el abandono y en la traición. No solo con tu pareja, sino contigo mismo.
El amor es un arte. Es tiempo. Es un trabajo conjunto. Es un acto de voluntad. Es una actitud. Es una preocupación activa. Es entrega. Es conocimiento. Es respeto. Es cuidado. Es diferencia... Añade lo que consideres y pregúntate si lo llevas a cabo.
Algunos ejemplos de casos (los nombres son ficticios) de personas que acuden a consulta:
Las vivencias de la infancia
A los 12 años, Marta tuvo que hacerse cargo de sus hermanas menores. Hoy es una joven que no se permite pedir ayuda, y carga con un peso que la daña constantemente.
MarÃa creció en una familia donde la mentira, el ocultamiento y la poca comunicación eran la base de su desarrollo. Hoy es una adulta a quien le cuesta mucho confiar en los demás y decir lo que piensa.
Sara fue una niña muy protegida y con casi nula incentivación para la curiosidad. Hoy es una joven con una constante sensación de inseguridad y no se cree capaz de hacer las cosas por sà misma.
Carlos vive en casa de sus padres, donde no hay cabida para los afectos. Llega a terapia con mucha dificultad para expresar lo que siente, y mantiene relaciones desconfiadas y distantes.
Mireia fue una niña muy simpática, creativa, abierta y con mucho sentido del humor. Su madre se reÃa de ella, no la aceptaba y constantemente la invalidaba. El motivo de consulta es el miedo a sentirse rechazada, evaluada y juzgada constantemente por los demás.
Aunque no siempre el resultado es igual, pues hablamos de individuos y del caso por caso, lo que sà es cierto es que en la niñez se construyen las bases que edifican la vida adulta.
El duelo no es un protocolo, no tiene pasos ni tiempos. Se lleva como cada persona puede. Es único, conlleva para cada uno un sabor y un color individuales. A la vez, es un proceso universal que posee caracterÃsticas y vivencias parecidas de unas personas a otras.
Algunas claves para superar, poco a poco, una ruptura de pareja, son:
Sentir y vivir cada una de las emociones que el duelo trae consigo: tristeza, nostalgia, malestar, ansiedad, ira, miedo, frustración...
Elaborar el duelo.
Cuestionar la relación.
Evitar tomar decisiones precipitadas para huir del malestar actual.
Reconocer que se puede mejorar cuando ciertas personas salieron de tu vida.
Transformarse.
El duelo se erige como una oportunidad que brinda experiencia, por lo que debes darte el tiempo necesario para levantar los pies del suelo y sentir que puedes volver a volar.
ConfÃa. Si no puedes solo, pide ayuda. Hacerlo es un acto de valentÃa y sabidurÃa.
Y no olvides: la ruptura no deja de ser un poco de tiempo que te brindas y que te proporciona la vida para aprender a amar una vez más.