En estos tiempos de modernidad lÃquida muchas personas se han convertido en expertas en manipular las apariencias y han aprendido a mentir fácilmente. Esto no afecta sólo al aspecto fÃsico, sino también a lo que se suele presentar como una necesidad de aprobación externa.
La virtualidad de los vÃnculos, en especial en lo referente al mal uso de las redes sociales, hace que éstos estén cada vez más tintados de un exagerado énfasis en lo bueno, a fin de recibir más elogios; filtros y filtros para venderse mejor; una marcada confusión en creer que la imagen es lo que más importa, etc. Resultado: dinámicas insanas, relaciones falsas y una creciente inseguridad.
Si quieres liberarte de las apariencias y de necesidad de aprobación externa tienes que comprometerte a hacer un trabajo contigo mismo, que valga la pena. Es una tarea difÃcil, pero posible. Lo que está claro es que nunca vas a controlar el veredicto que te atribuyen los demás. Y no siempre a los otros les importas tanto como piensas.
Si tratas de sostener una vida significativa con la aprobación externa, el qué dirán, la apariencia fÃsica y la acumulación de cosas materiales, lanzarás el ancla para convertirte asà en otro esclavo robotizado y convertirás tu vida en carente de sentido, vacÃa.
Se trata de buscar aquello que te sostiene. Se trata, además, de trabajar para soltar, para liberarte del cautiverio y propiciar una vida más auténtica y conforme con tu ser.
La psicoterapia y la práctica del zen son algunas de las puertas que abren este camino.
Algunas preguntas que sirven para ir pensando estas cuestiones:
¿Cuáles son las fuentes de tu bienestar?
¿Cómo utilizas las opiniones de los otros?
¿Qué te ocurre a nivel emocional?
¿Qué estás llenando con esa aprobación?
¿Qué buscas cuando cuelgas una foto?
¿Cuál es tu motor interno?
Una vida significativa se deriva de responder a estas cuestiones, y las que quieras añadir. Para ello debes abrir otras puertas. Algunas estarán escondidas, otras aparecerán sutilmente. Aún otras puertas te llevarán más allá de lo que inicialmente pensabas o ni tan siquiera te habÃas imaginado.
Para ello has de trabajar y poner el foco en lo que te acontece, sin excusas ni adornos, como también en:
Que seas capaz de saborear la sencillez.
Que rompas el sistema de creencias limitantes y sufrientes.
Que alabes la simpleza del momento presente.
Que pares y te observes.
Que vacÃes de contenido aquello que te enferma.
Que camines a través de la experiencia.
Que sientas que te equivocas y que aprendes de ello.
Que te quieras y te aceptes.
Que trabajes en no controlar lo impredecible.
Que conectes con las fuentes de tu bienestar.
Que intentes tomar tus propias decisiones.
Que necesites menos para poder disfrutar más.
Que trates de buscar tu sustento.
Que pongas el ancla en algo firme, que valga la pena.
Y que des cabida a tu motor interno, lo que te importa en esta vida, y no en las apariencias y en esa dañina aprobación externa.