
Cuando las cosas se rompen, no te esfuerces en querer pegarlas, si sólo eres tú que lo intentas. A veces las cosas suceden por algún motivo, aunque en estos momentos no lo sepas.
No quieras salvar ni cuidar a quien no quiere ser cuidado ni amado.
No renuncies a lo que eres con quien eligió otro camino.
No lastimes tu alma ni lo intentes una vez más a cambio de nada cuando ya se fue.
Acepta lo que es en estos momentos y sigue avanzando a tu ritmo. No es un camino fácil y cuesta. Se trata, poco a poco, de elaborar, reparar y seguir.
La otra persona, como tú, está en su proceso y quizás más adelante podáis encontraros de nuevo o quizás vuestros caminos ya serán muy distintos y no será posible este encuentro.
La vida nos enseña tanto. La vida es un aprendizaje constante.
Cada uno de nosotros escoge lo que considera más adecuado y, aunque a veces no sea posible, es mejor vivir sin tanto dolor.
Y por encima de todo ello te recomiendo, que te equivoques de estación, que camines sin brújula, que desordenes tus pensamientos, que transformes tus recuerdos, que dibujes nuevos sueños, que bailes desnuda, que sientas de nuevo y que vivas sin miedo.

Comments